Tramadol para perros: qué es, tratamiento de la artritis y seguridad

un perro con lunares con un mujer encima de el peso

Algunos analgésicos de prescripción eficaces en los seres humanos también pueden ser beneficiosos para nuestros perros y son ampliamente aceptados y utilizados en la medicina veterinaria. Entre ellos se encuentra, por ejemplo, el tramadol. 

 Índice de contenidos 

  • ¿Qué es el tramadol? 
  • Tramadol para la artritis y los problemas articulares 
  • Efectos secundarios, seguridad e interacciones 
  • Alternativas 

 ¿Qué es el tramadol? 

El tramadol es un medicamento opiáceo (fármaco cuya acción analgésica se produce gracias a su interacción con los receptores opioides de las neuronas del sistema nervioso central) que se presenta en forma de comprimidos, cápsulas o líquido. Los medicamentos de prescripción como el tramadol se prescriben principalmente para tratar el dolor moderado o severo en personas y perros. Así que, en otras palabras, no se puede comparar con el Advil o el paracetamol.  

En los perros y otros animales pequeños, el tramadol se prescribe a menudo como un medicamento “no indicado”. Esto significa que su veterinario puede recomendar cantidades de uso diferentes a las mencionadas en la etiqueta. Esta es una práctica común con los medicamentos fuertes. Los medicamentos basados en opioides, como el tramadol, sólo deben utilizarse en casos absolutamente necesarios y, al mismo tiempo, sólo bajo estrecha supervisión e instrucción médica/veterinaria. Los fármacos pueden ayudar con el dolor, pero deben utilizarse con un alto grado de seguridad y responsabilidad. 

 ¿Cómo se utiliza el tramadol en los perros? 

El tramadol se administra por vía oral y puede suministrarse con o sin alimentos. La versión líquida es adecuada para los perros que no toleran los comprimidos o las cápsulas.  El líquido huele y sabe mal, lo que puede acarrear sus propias dificultades. Consulta con tu veterinario cuál es la mejor opción para tu perro.  Respeta siempre las cantidades indicadas por tu veterinario. Si olvidas usarlo o tienes dudas sobre la cantidad, llama brevemente a tu veterinario para asegurarte.  

Tramadol para la artritis y los problemas articulares 

Tanto los perros como los humanos sufren a menudo el dolor asociado a la artritis. En este contexto, se suele recetar Tramadol para tratar el dolor. La artritis se presenta de diversas formas (más de 100 tipos) en o sobre las articulaciones. Cuando una articulación está inflamada o dañada, puede ser extremadamente incómoda y causar dolor y rigidez persistentes. “Artritis” es el nombre informal que los profesionales de la medicina han elegido para la condición común de las articulaciones inflamadas y el dolor asociado a ella; no es el nombre de una enfermedad específica en sí. 

 Cómo se desarrolla a menudo la artritis en las articulaciones: 

  • La artritis como consecuencia a largo plazo tras una lesión 
  • Artritis como resultado del uso excesivo y el desgaste 
  • Artritis por envejecimiento 
  • Artritis como resultado de una enfermedad subyacente 

Los síntomas incluyen:  

  • Dolor 
  • Hinchazón 
  • Rigidez 
  • Disminución de la amplitud de movimiento en la articulación o zona afectada. 

La artritis es un proceso que evoluciona y afecta tanto a la especie humana como a la canina. Desgraciadamente, nuestros perros tienen pocas maneras de decírnoslo. Mientras que los humanos podemos llamar simplemente a nuestro médico cuando nos duele algo, nuestros perros dependen de la capacidad de interpretación de los humanos. Tenemos que ver lo que siente un perro y cuándo le duele. Aquí puedes encontrar los signos de malestar en los perros. 

Efectos secundarios, seguridad e interacciones 

Los efectos secundarios del tramadol pueden incluir sedación, ansiedad, mareos, vómitos y temblores. Las reacciones adversas pueden incluir convulsiones, inquietud y latidos irregulares del corazón.  

El tramadol debe utilizarse con precaución en perros con tendencia a las convulsiones, con enfermedades hepáticas o renales o con perras que estén embarazados. Habla con tu veterinario en detalle sobre los medicamentos que tu perro ya está tomando y las posibles interacciones. Todo lo que pueda dar lugar a interacciones negativas con los medicamentos opiáceos debe entenderse y examinarse cuidadosamente. Queremos que nuestros perros mejoren, pero, por supuesto, específicamente, dentro de un marco de seguridad.

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